23 años, a casi dos meses de mis 24, soltera, con algunas experiencias en el amor; la mayoría no satisfactorias.
Ximena: ¡Jorge te quiero!, ¡Por favor dime que me quieres y me quedaré contigo!, ¡Sólo necesito oir de tu boca esas palabras!(Lo dice con lágrimas a punto de salir, de sus grandes ojos).
Jorge: ¡Oh Ximena!, ¡Amor mío!,¡Por supuesto que te quiero, toma mi mano y vayamos por la vida, descubriendo misterios!(Exclama verazmente).
Ximena: (Llora de felicidad). ¡Soy tan feliz!.
XIMENA Y JORGE SE BESAN, SE VAN CAMINANDO POR EL BOSQUE, AGARRADOS DE LA MANO. FIN.
¿Te suena familiar?, creo que si, la mayoría de la humanidad ha visto escenas semejantes; algunas con más drama y otras más predecibles, pero son escenas que han conformado nuestra mente. La mayoría de las películas, la totalidad de las novelas, algunas series, incluyen en su contenido, amor.
Podría decirse que la televisión, la influencia familiar y social, nos ha hecho creer que siempre debemos estar buscando el amor, en una persona externa. Nunca nos hicieron ver que, nosotros somos fruto del amor; pasajero o constante, cierto o falso, pero fue amor. Somos amor andante, si tú estás en plenitud contigo mismo, no necesitas más; por algo nuestro cuerpo es una máquinita que, es autónoma y no necesita de algo externo para funcionar. Si a eso le sumamos que, tenemos a nuestra familia y amigos, un hogar, una buena economía, salud, tenemos vida. Pero tristemente, desde muy pequeños, nos han hecho creer que no es así; si no tenemos a alguien a quien amar, no estamos completos.
En mi experiencia, podría decir que, tenemos esa necesidad, fijada en nuestro interior. Cada quien, anda en busca de su "otra mitad"; dos palabras que le han dado tanta publicidad a las parejas, como si estuvieramos partidos a la mitad o algo por el estilo. Para mi el amor, es un extra; no tiene que ser el centro de nuestro universo, ni mucho menos nuestra finalidad en la vida. Es cierto que, cuando no hay amor hacia uno mismo(como en la mayoría de las personas) y llega a nuestras manos, un amor exorbitante o un amor aceptable; se vuelve "el todo", ya la vida no es la misma; sí tu amor no te habla o no está bien o hay problemas, tú tomas su sentir y asumes la carga, tu felicidad ahora está en pausa; no hay más días de sonrisas infinitas, ni abrazos a tus seres queridos, ni bailes improvisados, sólo hay un estado de desconexión y hasta que no esté bien tu pareja, tú seguirás viviendo otra vida. Acepto que, en algún momento viví esto, aún sigo luchando contra ello; mi entorno nunca me dio seguridad en mi misma y busqué el amor, en corazones vacíos, llenos de burla y menosprecio. Llegué a ennegrecer días enteros, meses, años, todo por no estar en plenitud conmigo misma; esa sensación no se la deseo a nadie, duele; como si tuvieras una soga en el cuello, apenas apretada, pero con el tiempo, se va apretando más, tu corazón; late, pero no lo sientes,lo único que sientes es un apenas perceptible "bum", tu estómago duele; como cuando comes algo muy pesado y la necesidad de comer, se va desapareciendo, dormir; ahora eres más devoto de él, en tus sueños aparece él/ella y tú estás feliz; no quieres que su imagen se vaya, ni que su mano suelte la tuya, ni mucho menos olvidar su esencia.
Es trágico, como miles de personas se quitan la vida, sólo por una persona; pero cuando haz estado en esa transición, sabes que se siente y por ende, no las juzgas. Si cada uno, desde niño fuera educado desde su interior, se evitarían muchas situaciones desfavorables, mientras nuestro entorno no cambie y a las nuevas vidas no se les brinde seguridad en si mismos y sobre todo amor, seguirá exactamente igual.
Yo creo que, si no tienes amor hacia ti, ¿Cómo piensas darle una parte a otra persona?, ¿Cómo piensas manejar ese amor, que te está dando?, ¿Cómo le darás seguridad, si tú no la tienes?, ¿Cómo tomarás su mano, si tienes miedo?, ¿Cómo piensas cambiar su estado de ánimo, si se vuelve el tuyo?, ¿Cómo quieres dar todo de ti, si no estás completo al cien por ciento?, ¿Cómo calmarás sus pesadillas por las noches, si te acechan a ti también?, ¿Cómo lidiarás con sus amigos, si cada persona es una amenaza para ti?, ¿Cómo cuidarás que ese amor, no se vuelva tu mundo?, ¿Cómo aprovecharás tu tiempo, si no dejas de pensar en ella/él?, ¿Cómo seguirás con tu vida, si no se siente bien o hay problemas?, ¿Cómo acabarás, si no funciona la relación?. Son muchas interrogantes, para mi, cada una de ellas, son importantes porque, te hacen pensar y darte cuenta que, en realidad no estás preparado para el amor. Primero debes trabajar totalmente en ti, para poder compartir tu vida y tu amor; debes plantar y cosechar aquella semilla, que no te plantaron cuando eras un bebé, hasta que germine, se convierta en algo maravilloso, lleno de vida y amor. Tal vez, crees a mi edad, no sé mucho, pero lo poco que he aprendido, te lo quiero compartir, porque es vital para mi, dar un poco, de lo que me dieron a mi.
