domingo, 23 de julio de 2017

Atracción fotográfica



Revisando mi facebook, vi una foto tuya, que inmediatamente llamó mi atención; no era una foto sexy, ni mucho menos extraordinaria, pero ahí estabas tú, siendo solamente tú.

Un día cualquiera, estaba revisando mi celular, lo típico; muchos de vacaciones y otros quejándose de la vida. Alcancé a ver una publicación que me llamó la atención; eran fotos de un evento al cual yo había querido ir, pero no lo hice por falta de compañía. En una de las fotos, alcancé a notar tu presencia; ahí estabas sentado, sonriendo y con una pose única. En ese momento, quise ver más fotos de ti, así que entré a tu perfil; eras más guapo que en la foto, tenías unos ojos tan hermosos, que por un momento sentí que los estaba apreciando en la realidad. Mi mente inmediatamente me expulsó de ese sueño y yo sin más seguí con mi día. 

Otro día sentí la necesidad de volver a ver tu foto y estando frente a ella; mi corazón gritó: "¿Y si le preguntamos a nuestra amiga por él?, ¡Anda!, ¡No pasa nada!". Mis ojos se empezaron a agrandar; sintiendo una pequeña esperanza nacer. Impulsivamente mi cerebro rompió su silencio: "¡No lo hagas!, ¡Tú nos prometiste que ya no ibas a volver a hacerlo!, recuerda lo que pasó hace algún tiempo, no te vuelvas a arriesgar, déjalo pasar". Esa pequeña esperanza se hizo añicos y yo lo olvidé.

Nuevamente revisando mi celular, me di cuenta de un evento; una exposición del trabajo de mi tatuadora favorita. Le comenté a una amiga que si íbamos, a lo que ella respondió que si.

El día llegó; íbamos en camino (yo estaba algo cansada por el trabajo), cuando yo no midiendo el espacio, me di un golpe algo fuerte, con una caseta telefónica (siempre he sido algo torpe), seguimos caminando y llegamos al lugar. Ahí estaba ella, siempre tan amable y divertida, así que admiramos su arte y nos sentamos a disfrutar un rato. Ya se hacía tarde, así que mi amiga me comentó, que si nos íbamos como a las 10 a un karaoke, que tenía ganas de cantar, yo le respondí que sí.

En un instante, te vi llegar; con una mochila y algo serio. Me sentí algo rara, pero seguí con la conversación. Estabas de espaldas a mi, así que no me veías. Le dije a mi amiga que te había visto en una foto y que me habías agradado, ella me dijo que le comentara a mi tatuadora y que ella te presentara conmigo. Por un momento lo pensé, pero yo negué con la cabeza.
Nos levantamos un rato, ya casi para irnos, estábamos platicando, cuando se me ocurrió preguntarle a ella por ti:
-Yo: Oye, una pregunta...tú amigo, él que está ahí afuera, ¿Es gay? (No sé sinceramente el porqué empecé con esa pregunta jaja).
-Ella: ¡¿Él?!, no para nada. ¿Por qué?.
-Yo: Nada más...
-Ella: ¿Quieres que te lo presente?.
-Yo: ¡No! Mejor después, ahorita no(sonrisa nerviosa).
-Ella: Ok, está bien.
En ese momento apareció la novia de ella y dijo: 
-Ella: ¡¿Qué?! ¿Quieres que te lo presente? (Yo pensé que no había escuchado).
-Yo: ¡No! Mejor despu...(Va hacia ti y te trae con nosotros).
-Ella: Oye, mira ellos quieren saber de tu negocio, aquí te dejo.
-Yo: (Sonrojada, sólo sonriendo) Si...
Tú empezaste a explicarnos; yo sólo te veía, anonadada, sin decir más que una que otra palabra.
Mis amigos se fueron alejando y sólo quedamos los dos; así que nos sentamos juntos, en ese instante pude observar más de cerca tus ojos; de un color entre verde y miel, eran profundos y sinceros, con una textura inmensa y hermosa. Tu boca, era de un color rosado encantador y tu sonrisa era lo que más me gustaba; una sonrisa verdadera y tierna a la vez. Sentía como si estuviera en un sueño,la conversación no acababa, fluía extraordinariamente; parecía que nos conocíamos de años atrás.

Resultado de imagen para imagenes de ojos verdes de hombres
De vez en cuando volteaba a ver a mis amigos; al parecer ya se querían ir, pero yo quería seguir ahí contigo. Mi amiga se acercó después de unas horas y me dijo que ya se iban, que si me quedaba o me iba con ellos; yo quería quedarme, pero mi mente me decía: "Vete, no te quedes, no seas tan obvia". Me levanté, me despedí de ti y nos fuimos.

Al día siguiente recibí un mensaje tuyo, por un momento me sorprendí, pero automáticamente se insertó un pensamiento seco: "Sólo te habló para ver lo de su negocio, no hay más". Te contesté cordialmente y la charla siguió su curso. En un momento imprevisto, salté de mi silla al leer aquel mensaje que, daría comienzo a nuestra historia: "Me gustaría invitarte a salir". No sabía que pensar de ello, mi mente colapsó por unos segundos; mi corazón gritaba que sí, pero mi cerebro se negaba rotundamente; por experiencias pasadas y por mi firme promesa de no salir con nadie por algún tiempo. En un rato de desestrés, decidí aceptar tu salida; algo me decía que lo hiciera, que no perdiera la oportunidad. Y así fue como todo empezó...

Refranes y mensajes para un amor a primera vista

sábado, 8 de julio de 2017

Un santiamén de amor

Tomaste cada respiro, cada latido, cada deseo, cada miedo y después desapareciste...

Hace unos cuantos meses, revisando mi instagram, encontré una nueva solicitud; no suelo aceptar desconocidos (por seguridad), pero ésta vez fue una excepción. Pasaron algunos días y viendo tus fotos, decidí comentar aquella foto(¿La del tu tatuaje recuerdas?) y fue que empezó todo. 

Nos escribíamos día y noche, hablábamos con elocuencia; juzgábamos y a la vez apreciábamos este mundo, conjugábamos muy bien el verbo "vivir", surgían temas existenciales entre nosotros, tú me ilustrabas con algunas cosas, me hacías sentir que eras una persona sumamente sabia. 

Decidimos conocernos, ibas a ir a mi trabajo (un sábado aún recuerdo). Sonó mi celular, era un mensaje tuyo, ya estabas en la plaza (mi corazón se detuvo por un instante). Bajé poco a poco cada escalón; tenía miedo de conocerte, mi corazón palpitaba fuertemente y sentía que mis rodillas no iban a tener estabilidad. Al cruzar la calle te vi; tal cual estabas en las fotos, sólo un poco más alto de lo que pensaba(en las fotos no se ve la altura claro)y unos kilos de más, pero al acercarme a ti, todo mi mundo se movió; tus ojos miraban los míos (tenías unos ojos llenos de paz y unas pestañas que hacían ver a tus ojos, aún más seductores), tu perfume era bastante rico y tus brazos hicieron la silueta perfecta, cuando me abrazaron. Temblando, te abracé fuertemente y sentí como si no hubiera más alrededor nuestro. Entre risas, sonrojos míos, intromisiones tuyas, burlas y alguno que otro resbalón mio, nuestra historia tomó su camino.

Cada vez que te veía, era como un rayito de luz para mi; cada abrazo me reconfortaba, cada suspiro tuyo me hacía sentir apreciada, cada vez que me decías "corazón" mi corazón bailaba, cada vez que tomabas mi mano; podía sentir cada huella en tus dedos. 

Una noche, esperando nuestro transporte, tomaste mis manos animosamente y me miraste a los ojos; muchas sensaciones recorrieron mi cuerpo en ese instante, sabía lo que ibas a hacer. Te acercaste aún más a mi, yo estaba petrificada, a penas respirando; embonaste tus labios con los míos(yo no los podía mover del nerviosismo), mis labios poco a poco fueron moviéndose; instantáneamente sentí como algo se rompía en mi corazón (quizá era la cajita de cristal, en la que residía). Tomaste mi cara entre tus manos y yo seguía con los ojos cerrados(estaba experimentando un mix de emociones); se me escapó una lágrima y tomando de nuevo aire, te susurré: "Disculpa, no lo pude evitar, sentí algo que hace tiempo había olvidado". Sin pensarlo me abrazaste y yo te abracé firmemente.


Resultado de imagen para imagenes de beso tierno
Desde un principio, me habías comentado que tenías un tipo de problema(yo pensaba que era la relación con tu padre), pero de un momento a otro nuestras pláticas disminuyeron; hasta volverse inusuales. Yo te había comentado con dureza que si llegaba a pasar algo, fueras totalmente sincero conmigo; pero no lo fuiste, hasta que una noche...Te pregunté por tu día y como seguías por lo de tu problema (yo sabía que no estabas bien) y así fue como descubrí tu realidad. Descubriste tu problema instantáneamente; no era un "él" como pensaba, era un "ella"; un ex amor del pasado que había regresado para volver a tenerte,con la cual casi habías tenido un compromiso y a parte un hijo. Al leer cada palabra y en especial "ella"; mi corazón empezó a emitir fuertes toques y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Tú empezaste a escribirme acerca de ella (cosas que tú no sabías que había hecho)y yo intenté leerlas, pero no pude; frené tu conversación de un golpe (mi corazón a penas latía y mi cuerpo estaba tiritando),por mi cabeza pasaban palabras en forma de puñales: "¡¿Casi se casaba y a parte un hijo?!, ¡No tienes nada que hacer aquí!,¡No puedes competir con eso!, ¡No debes hacerlo!, ¡Escapa ahora, hazlo ya!, ¡No lo leas más!, ¡Ya lo perdiste!". Mis dedos agitadamente escribieron las últimas palabras(así parecía) para ti y desaparecí de tu vida. 

Los dulces colores del cielo se fueron contigo, los suspiros se acabaron y mis manos se quedaron solas nuevamente. Cada vez que tomaba el celular ansiaba escribirte, pero no... no lo debía hacer, así que para evitar cualquier caída; borré tu número. Así pasaron los días(no se cuantos exactamente) y un día sin esperarlo, llegó ese mensaje; aquel que hizo que saltara de la impresión y que casi gritara alguna grosería: "Te he extrañado...ups, creo que me borraste", tal vez debí dejarlo así y no responder; pero mi corazón me pedía que lo hiciera. Volvimos a escribirnos (no como antes), en un instante de intriga, te pregunté sobre ella, a lo que respondiste: "Ella sólo vino a vengarse, tengo problemas con mi mamá por ella y hasta la odio, sólo vino a eso", yo me quedé atónita; muy dentro de mi, pensaba que todo estaba bien con ella. Sólo te comenté que no era bueno odiar y me fui a dormir.

En una reunión de integración, en el trabajo, el alcohol reavivó aquellas ganas de volverte a ver; te mensajee y nos vimos afuera de aquel cine. Al llegar sólo te dije "hola" y nos fuimos a un bar cerca de ahí. Yo estaba callada, no sabía que sentir; me sentía enojada, confundida, herida, emotiva. Traté de contener todo esto y platiqué un poco contigo; podía notar en tu mirada tristeza y al mismo tiempo culpa, varias veces me dijiste que lo sentías, que ella sólo vino a empeorar las cosas; yo sólo te escuchaba y asentía. Supongo que mi cara demostraba mi enojo(a pesar de que intenté ocultarlo), porque me preguntaste que si me sentía cómoda(dos veces lo hiciste), a lo que yo respondí que si. El grupo terminó de tocar y pedimos la cuenta. Antes de irnos te expresé mi sentir: "Lamento haber estado de ésta manera pero...¡¿Cómo querías que reaccionara?!, !¿Querías que llegara, te abrazara y te besara?!, ¡¿Querías que olvidara todo?!, lo siento pero aún siento dolor en mi; todo lo que se había construido en mi, se derrumbó en el segundo que me dijiste la verdad. Ya no siento lo mismo, no sé realmente que siento ya, hacía ti. No te odio si lo piensas(yo no odio),estoy feliz de volverte a ver."

Caminamos largo rato y tomamos un taxi; en el transcurso los dos íbamos callados; mi cuerpo me pedía acercarme un poco a ti, así lo hice y tomé tu mano, sorprendido dijiste: "¿Por qué tomas mi mano?", súbitamente yo quite mi mano y te dije: "Sino quieres no", tú insististe en tomar mi mano y yo sólo sonreí. A unas cuadras de mi casa, me comentaste que unos días antes, estuviste a punto de morir; ibas en un taxi hacia tu casa y casi se volteaba; sentí un pinchazo en medio de mi corazón y tomé más fuerte tu mano (me alegré que estuvieras vivo y que te pudiera ver de nuevo). Al bajar del taxi, te abracé ansiosamente y te pedí que te cuidaras, que me avizaras al llegar a tu casa...esa fue la última vez que te vi.

Entre confusión y un poco de esperanza, seguí escribiéndote; sólo que ahora, ya no respondías en tiempo y no preguntabas por mi. Mi corazón volvió a apachurrarse y decidí que era tiempo de actuar por mi; ya no quería más días sin respuesta, llenos de indiferencia, de dudas, de espacios vacíos, de impotencia, de insistencias mías. Te pregunté como estaba todo, a lo que tú respondiste que tenías muchos problemas, que lamentabas no estar bien para mi, que así pasaba a veces; no eran más que justificaciones(ya las había escuchado antes), si estabas tan mal...¿Por qué me buscaste?, sino te sentías preparado para una nueva relación...¿Por qué me frecuentaste?. Ya no podía creer más en ti, porque al menos cuando alguien realmente te interesa; preguntas por ella, sales con ella, le cuentas parte de tu día, no la dejas en un espacio lleno de silencios y de soledad. Mi respuesta final fue eliminarte de mi vida (te borré de mis contactos, de mis redes sociales y en parte de mi memoria); fue sumamente doloroso(no como la primera vez), pensar que ya definitivamente no volvería a mirar esos ojos, ni besar esos labios, ni reír a carcajadas con tus ocurrencias, ni mucho menos quedarme pasmada con tus historias...ahora no había un puntos suspensivos, sino un punto final.


Resultado de imagen para imagenes de adios
Después de mi silencio, no hubo(ni habrá) más de tu parte; te esfumaste como todos lo han hecho; como prometiste(no debiste hacerlo, si al final lo harías) no hacerlo, dejaste que lo que habíamos vivido, se convirtiera en nada, olvidaste aquel primer beso en cual, casi yo me desvanecía; olvidaste cada detalle que habíamos descubierto y también cada emoción; simplemente las soltaste, sin un daño en ti.

Con el tiempo pude ver muchas lecciones de ésta experiencia y paso a paso, perdonarte con todo el amor que tenía reservado para ti. Después de todo agradezco que, hayas permanecido en mi vida (fue bastante limitado) y en mi corazón (lo habitabas plenamente), que hayas descongelado todas mis emociones (emergieron), que me hayas hecho ver las cosas de otra manera (más positivamente), que hayas dejado en mi una nueva historia que, ha terminado.
Resultado de imagen para imagenes de adios

Una experiencia espiritual

Con los ojos cerrados, en medio de un rancho, con las manos extendidas, lo sentí cerca de mi...


El día llegaba y mi indecisión aumentaba; por un lado tenía una experiencia que tal vez me ayudaría, pero por el otro, la posibilidad de no volver a ver a mi padre, ya que estaba muy grave, en el hospital.

Las palabras de mi mamá resonaban en mi cabeza, mientras me preparaba para irme: "Tú papá está grave y te vas a largar","Eres egoísta","Prefieres eso a tu padre". Poco a poco tomé las fuerzas que me quedaban, tomé un taxi y me encaminé a la experiencia.

Al llegar a aquel lugar,vi a varias personas, entre ellas las que me habían hecho animarme a vivirla. Nos sentaron en una larga mesa, con papel de baño, hojas y plumas. Yo observaba a todos, intrigada de lo que iba a pasar. Después de un rato, llegó nuestro guía; aquel que se encargaría de que nos entregáramos completamente a la experiencia. Yo pausadamente iba escribiendo mi historia; tratando de recordar, aquello que había sido enterrado. Hubieron algunas partes que, me hicieron sacar más de una lágrima. 

Anochecía y con ella yo soltaba cada palabra, de repente, me empezaron a gritar; no sabía como reaccionar, hasta que una mujer, me sacó del lugar y me pidió que lo gritara.  Yo no podía gritar; pues tiempo atrás me había prometido que no volvería a hacerlo, ella insistió y lentamente fue saliendo de mi boca aquello que, había callado por años; que tenía atrapado en lo más profundo de mi corazón, que día con día me picaba el pecho y me hería, que me hacía sentir culpable de cada situación, que había causado mi "voto de silencio", que había distorsionado mi reflejo; lo había vuelto repugnante y desolador. Cada aire que salía de mi pecho, era un alivio hacia mi alma; aunque dolía gritarle en medio de la nada, a una de las personas que más amas; lo que te estaba matando desde hace tiempo, lo que no puedes decirle porque sabes que se alejará, aquello que no ve que sientes. Mi cuerpo estaba tan comprometido con aquella situación que, no me pude levantar, me quedé ahí de rodillas; sintiendo como iba saliendo de mi, aquel dolor.
Me ayudaron a levantarme; no sentía mi cuerpo, mucho menos mis piernas. Ya a penas de pie, me tomaron las manos y me pidieron que no abriera los ojos (no podía ni abrirlos por las lágrimas). Empecé a percibir unos cantos y conforme aumentaban, sentí un calor; uno indescriptible, cálido, confortable, reestablecedor y mis labios empezaron a cantar; a pesar que no conocía esa canción. Me pidieron que abriera mis ojos y vieron algo hermoso, como si jamás hubiese visto el cielo; nubes hermosas, el color era una mezcla de felicidad y cariño, se sentía una tranquilidad tan plena; volvieron a mi, cada uno de los sentimientos que había encerrado a través de los años.

Muchas cosas más sucedieron y me hicieron volver a sentir; sentirme viva, volver a querer vivir, disfrutar cada minuto, perdonar aquello que tanto me había sometido, confiar de nuevo, volver a creer, tener un motivo para seguir caminando.

Esta experiencia fue gracias a alguien; que en su momento decidió marcharse, pero la agradezco, pues fue el principio de mi renacer. 


Resultado de imagen para imagenes de creer

domingo, 2 de julio de 2017

Una aventura de 2 noches y 2 días

¿Cuánto tiempo más sentiré este amor colisionado?, ¿Cómo dejo de pensar en tu mirada expresiva?, ¿Dónde tiro toda la esperanza muerta?.

La noche del 20 de enero empezó está aventura. Con miedo; el corazón palpitando como si no hubiera un mañana; desafiando a mis padres, salí de mi casa, con aquella pequeña maleta y unas cuantas voces en mi cabeza, tratando de acobardar mi valentía. Llegué a la central, con los boletos en la mano, caminé hacia mi camión. No veía el cartel "Guadalajara" en alguno de los camiones, así que me quedé paralizada en la puerta corrediza; hasta que se me acercó un maletero y me preguntó: "¿Va hacia Guadalajara?", a lo que respondí que sí y él me guió hacia el camión(Yo creo que me vio temblando de miedo en aquella puerta y por eso decidió acercarse). Me senté del lado de la ventana, se subió la recepcionista y comentó que íbamos a llegar a cierta central; así que te mandé inmediatamente lo comunicado y empezaron a disminuirse los kilómetros entre nosotros. 

A unos minutos de llegar; yo te avisé que ya casi llegaba, pero al mandarte mi ubicación, te percataste que estabas en otra central, así que me pediste que te esperara. Leí un rato en lo que esperaba; nerviosa de estar en otra ciudad, lejos de mi familia y con un chavo que conocía de unos días.
Llegaste; me abrazaste, tomaste mi maleta y emprendimos el viaje a tu departamento. En el camino, me preguntaste que si quería cenar algo y yo accedí. Al llegar a tu departamento, todo estaba callado(era ya de madrugada), era un lugar bien ordenado y cómodo. Entramos a tu cuarto, yo vi todo lo que lo conformaba; un escritorio con tu laptop, una silla, un mini closet,un baño pequeño y enseguida una cama individual; la cual fue testigo de la primera vez que dormí (si, sólo dormir) con alguien. Tú empezaste a quitarte la ropa, ya para dormir; yo apenada, me metí al baño para ponerme la pijama. Me recosté tímidamente del lado de la pared y tú tomaste el otro lado; me abrazaste y empezaste a acariciar mis piernas y brazos; hacía frío, así que accedí a tus caricias. En un instante sentí como si te estuvieras frotando en mi, pero lo dejé pasar (como casi todo en mi vida). Me sentí un poco incómoda; ya me sentía muy caliente(corporalmente), así que te dije que pararas, tú dijiste "es que me gusta acariciarte y más tus piernas", te dije que ya durmiéramos y tú no parabas, así que tomé tus manos y te dije "a dormir". 

Escuché entre sueños el ruido de una lavadora, abrí un poco mis ojos y te vi afuera, lavando un poco de ropa. Respiré profundamente y me levanté; tú te acercaste y me preguntaste como había dormido, a lo que respondí que "Bien". No habían planes, así que investigué en internet a que horas era el recorrido a Tequila; era a las 10, así que te dije que ya no alcanzábamos. Ibas en camino a bañarte, cuando me preguntaste "¿No quieres tallarme la espalda?", yo respondí bromeando "No, tú puedes solito jeje". En lo que tú te bañabas, yo arreglé un poco mi maleta; pues sólo nos íbamos a quedar una noche en tu departamento. Enseguida que saliste, yo entré y puse el seguro de la puerta automáticamente(algo en mi sabía que era necesario). 
Fuimos a desayunar en la esquina de tu cuadra; un lugar pequeño, hogareño, estaban tardando mucho con el desayuno y tú le reclamaste al mesero, te notabas algo alterado(no sé por qué) y yo te pedí que nos esperáramos un poco. 

Decidimos ir a Tequila, en el transcurso; tú ibas manejando y yo mirando por la ventana, hablamos de muchas cosas, pero entre las que me acuerdo más; te conté acerca de mi madre(tú supiste todo por lo que pasé para ir unos días contigo), tú me dijiste que no me dejara influenciar por ella; que tú mamá era muy parecida, pero que no te dejaste, no dejaste que ella se metiera en tu vida, como yo le estaba permitiendo a mi mamá adentrarse. Llegamos y enseguida buscamos un recorrido, salía en una hora, así que fuimos a vagar un rato. Compré un jarrito, muy rico por cierto, contenía: tequila, limón, naranja y agua mineral. Luego fuimos a que sacaras algo de dinero y regresamos al recorrido. Nos subimos y durante el recorrido, tú me besaste tiernamente, tomaste mi mano tantísimas veces. Al llegar a una hacienda donde producían el tequila, tomé algunas fotos contigo y caminamos hacia la destiladora. Al casi finalizar el recorrido dieron unas pruebas de un tequila destilado al 50%, tú me diste el tuyo porque según ya no tomabas. De ahí fuimos a otra parte a probar los diferentes tequilas que existen; yo tenía miedo de emborracharme, dado a que el tequila me pega muy fuerte, pero tú me animaste, diciéndome que "disfrutara el momento", yo me dejé guiar y probé cada uno de ellos. De regreso al centro, fuimos a comer algo, pero yo tenía tanta hambre; así que sólo pedí una sopa(que era de arroz super salado, pero yo pensaba que era una sopa aguada por el nombre)y una cerveza, tú pediste unos chiles de rellenar y un agua. 

Manejando de regreso, fuimos a un lugar que creo se llama "Jarritos el güero" o algo así; yo pedí una michelada y tú nuevamente algo sin alcohol. Era un lugar rústico, las sillas eran troncos cortados, las mesas igual y el techo como de madera. La gente se paraba a bailar y tú y yo sólo platicábamos o a veces ni hablábamos. 

Decidimos regresar a Guadalajara, caminamos un rato por el camellón; donde había un tipo mercadito de muchas cosas, desde aretes hasta cuadros pintados. Me preguntaste que bar prefería para ir un rato; habían muchos, así que te dije que tú decidieras.Fuimos a uno que está en una esquina; bonito el lugar y tranquilo. Pedí un tarro de barril(que en realidad sabía como a clamato) y tú pediste un refresco. Yo estaba cansada, pero a la vez animada, así tomé tus manos y empecé a bailar, pero tú no te paraste de la silla. Fui al baño un momento y en lo que venía caminando hacia ti, me percaté que tú mirabas muy fijamente a la cantante del lugar; así que llegué, te besé y fingí que me caía hacía atrás(como usualmente suelo hacerlo con mi hermano), tú sólo me jalaste, volví a hacerlo y con un tono fuerte me dijiste: "¡No lo hagas!". Sentí feo tu respuesta y me senté a esperar la cuenta. 

Ya en tu coche, yo sentía un dolor inmenso en mi pecho; sentía muchas ganas de llorar, de irme a mi casa, pero estaba lejos...muy lejos realmente, así que sólo miré por la ventana, con la mirada perdida y sin decir una sola palabra. Tú ibas concentrado en el camino, sólo puedo recordar que comentaste algo y yo asentí. Llegamos al motel, pero tuvimos que esperar a que nos asignaran un cuarto. Entramos al cuarto, acomodé mi maleta y saqué mi pijama para ponermela. Me la puse y tú dijiste "¿Para qué te la pones?, mejor así" y yo le dije que "Nada más". Tú me pediste que si te hacia un masaje y como yo sé un poco, accedí; te sentías un poco tenso de la espalda y yo intenté aliviar eso. En un instante me pediste que te besara la espalda, yo dejándome guiar(más bien siendo obediente); te besé con miedo, procurando cada parte de tu espalda. No recuerdo si tú también me diste un masaje o no, sólo me ví mirándote a los ojos, tú estabas ansioso ya, querías entrar en mi; pero yo no lo permití, te dije "sin condón no" y tú sacado de onda gritaste: "¡Pero si no tengo nada!", yo me negué de nuevo, tú inmediatamente llamaste a la recepción para pedir unos condones(increíble, no traías ni un condón). Tardaban en llegar y tú ya estabas desesperado, yo trataba de alivianar el momento bromeando, te decía: "Ya no marques, van a decir que estás desesperado", pero no hubo respuesta de tu parte. 
Ya que llegaron, pasó (unos minutos duró, unos segundos quizá, no sé), yo me puse mi calzón y nos acostamos a dormir. 

Entre sueños escuchaba la voz de mi madre y recapitulaba algunas cosas de mi vida, hasta que sonó la alarma; abrí los ojos y volteé hacia tu lado, estabas en la esquina de la cama y yo en la otra esquina (quizá mi cuerpo sintió algo en ti y ya no quiso estar más a tu lado). Me levanté, semidesnuda caminé al baño y salí a verme en el espejo; tenía el maquillaje corrido, estaba pálida y mis ojos cansados. Tú te levantaste y te pusiste detrás de mi; me abrazaste y empezaste a tocar mi senos, yo entre la confusión y el cansancio, te miré por el espejo tocarme, sabiendo lo que seguía. Comentaste: "Hay que usar el otro condón" (Si verdad, hay que garantizar la inversión), cansada caminé hacia la cama, intenté mantenerme en pie, pero mis piernas temblaban de lo débil que estaba(no había comido el día anterior, ni cenado y a parte ni desayunado). Supongo que viste mi debilidad y optaste por otra posición, luego vino lo incómodo. Te pedí que paráramos y me acosté inmediatamente; tú enojado, te fuiste al baño (supongo que a terminar). Saliste y dijiste "¿Nos bañamos?", yo tomé mi toalla y me encaminé a la regadera. Te enjaboné la espalda, el pecho también, bueno ¡¿Más bien que no te enjaboné?! y tú igual a mi; esa regadera también fue testigo de la primera vez que me bañaba con alguien, de algunos juegos y de tu última cercanía.
Fuimos a desayunar algo (por fin), de ahí a dar la vuelta en un tour por la ciudad. Durante el tour, te portaste sumamente distante, pero yo traté de disfrutarlo sin ti. Enseguida fuimos a ver un departamento que te interesaba; muy amplio, ordenado, limpio, aireado y la dueña muy linda. En un momento ella te dijo: "Si quieres traer visitas, nada más nos avisas, para traerte un colchón inflable o alguna otra cosa que necesiten, por ejemplo ella...¿Qué es de ti? ¿Tú novia?", yo iba a responder: "No, sólo somos amigos", pero tú te adelantaste a decir un firme: "Sí" ;yo me quedé sorprendida de tu respuesta, pero no te dije nada. 

Me llevaste a una plaza que querías que conociera; muy grande por cierto y con muchísimas tiendas, yo te pedí que fuéramos al baño, el baño más cercano era el de Cinepolis, así que fuimos. Al salir del baño, no te vi y te busqué varias veces con la mirada; como no te veía, decidí irme a sentar justamente en la banquita, que se encuentra afuera del cine. Seguía sin verte, hasta que vi que venias hacia mi, pero de un momento a otro ya no te vi; revisé mi celular y tenía una llamada perdida tuya, te marqué y ya venías hacia mi, así que colgué y me levanté para que me vieras. Tú me viste con una cara de desprecio y me gritaste: "¡Te estoy marcando y no me contestas!", te respondí: "Ya te iba a contestar, es que no te encontraba", no dijiste nada y empezaste a caminar. Buscamos un lugar para comer, me agradó Chai, así que esperamos a que nos asignaran mesa. En lo que esperábamos, me dijiste: "Aquí en Guadalajara hay pura gûerita bonita", yo bromeando dije: "Si verdad, ya me voy a venir a trabajar aquí jeje" y tú respondiste descaradamente: "Si verdad, para que se te pongan los ojos azules y todo", yo me sorprendí de tu respuesta, esperaba que dijeras algo como: "Sí, porque estás bonita" o algo por el estilo, pero no eso. 
No tenía tanta hambre, así que comí despacio y aprovechando los minutos de silencios, te agradecí por esos días, por la compañía y todo; quería decirte más pero sentí que iba a llorar, a lo que dijiste que no me importara la gente, así que te dije que eras un super chavo, lindo y muchas cosas más. Tú tenías una expresión dura en tu cara, nada de lo que decía la suavizaba, me interrumpiste y dijiste: "Yo también me la pasé bien, eres buena chava y eso, pero yo ya te había comentado que no creo en las relaciones a distancia y quiero que lo tengas claro, estuvo chido todo, pero hasta ahí", sentí mil piedras caer sobre mi corazón; pues inconscientemente esperaba una respuesta diferente, que me dijeras que lo ibas a intentar o algo así, pero no fue así. Salieron algunas lágrimas y tú ni me mirabas, me comentaste de una experiencia que podía servir(viste mucho dolor en mi supongo) para cambiar mi vida y yo sólo te escuché, luego te pregunté que si me podía ayudar en algunas cuestiones y repondiste que si.

Corrimos hacia la salida, pues ya casi era hora de tomar mi camión de regreso. Tú ibas muy rápido y yo trataba de seguir tus pasos; tú no te percatabas que no podía ir a tu ritmo, sólo ibas enfocado en llegar al carro. Manejaste a toda velocidad hacia la central, durante el trayecto no dijiste nada, sólo te limitaste a mirar el camino; no tomaste mi mano como en un principio lo hiciste, ni siquiera sonreiste un poco. Llegamos a la central, te bajaste del carro para sacar mi maleta, mientras la sacabas, yo estaba parada frente a ti. Me la entregastaste y yo te miré a los ojos, tratando de expresarte lo que esperaba que hicieras. No te acercaste a mi, sólo me dijiste que tuviera un buen viaje; una parte de mi corazón se colapsó, esperaba que me abrazaras muy fuerte, pues era la última vez que nos veríamos, que me dijeras alguna cosa bonita, que hicieras de esa despedida, algo especial, pero no fue así en lo absoluto. Yo, con mi pecho sofocado, te abracé sin esperar nada de ti; me abrazaste ligeramente y yo sin mirarte de nuevo, caminé a mi camión. Aún no salía, así que tuve que esperarme en la puerta corrediza (ni siquiera me acompañaste en lo que me iba); contuve mi respiración varias veces, pues sabía que si no lo hacía, rompería en llanto. Subiendo las escaleras del camión, buscaba mi asiento y esperaba que no me tocara un compañero, pero me tocó estar con una señora muy sonriente. Ya saliendo de Guadalajara, me tomó la nostalgia fuertemente y ya no podía resistir más aquellas lágrimas; me puse mis audifonos y sin que me importara la presencia de aquella señora, empecé a llorar; lágrimas muy pesadas salían de mis ojos, mi corazón se contraía y expandía varias veces, mi cuerpo sentía un frio estremecedor y mis manos se entrelazaban entre sí, para recordarse que no estaban solas.

Me quedé dormida y desperté justamente antes de llegar a la central. Bajé aquellas escaleras y le agredecí al chofer el viaje. Pagué mi taxi y esperé por él. En lo que iba en taxi, pensaba en como entraría a mi casa, con que cara los vería, como les diría que el viaje que llegué a pensar, que sería algo extraordinario, había sido un fracaso, ¿Cómo los iba a ver a los ojos después de lo sucedido?, ¿Cómo iba a ocultar aquel dolor?, ¿Cómo mantendría la mirada firme, sí no podía ni levantar la mirada?. Decidí no contarles nada, llegué, los abracé y me fui a "dormir"(realmente  me fui a llorar y a abrazar a mi almohada, al menos ya estaba en casa y no lejos).

Seguí hablando contigo, como si la distancia no significara nada; te preguntaba de tus días, de tu trabajo, de tu vida y tú contestabas bien. Después de un tiempo(como quince días), tu contestación se limitó a ser "amable". Por mi mente nunca llegó a pasar que hubiera alguién más...así es, el día de tu cumpleaños; entré a tu facebook para felicitarte, pero como soy curiosa, vi algunas publicaciones y entre ellas estaba esa...aquella que me causó tanto dolor, rabia, coraje, desilusión, impotencia y más; recién habías publicado que tenías una relación. Esto no fue lo peor, sino que por conocidos, me dijeran que ella era de mi ciudad; algo que tú me dijiste fue que no creías en una relación a distancia..¿¡Y entonces?!, ¿Qué pasó con tu palabra?, ¿Qué pasó con lo que vivimos?. Sólo fui una diversión para ti, esa es la realidad, no hay que buscarle una razón bonita. Te eliminé completamente de mi vida, ya no quería saber más de ti, ni tu de mi(era más que obvio) y empecé a olvidarte poco a poco. Olvidar aquello que fue especial para mi y para ti sólo fue un rato; aquel riesgo que tomé con todas mis fuerzas y que ahora sólo es un recuerdo, aquella mano que acompañó la mía, día y noche, aquellos ojos que me miraron tantísimas veces y que me ignoraron otras tantas, aquel cuerpo que no era perfecto, pero era único para mi.

Resultado de imagen para frases sobre riesgos


Algo que he aprendido en ésta vida, es que tienes que correr riesgos, a pesar de lo que llegue a pasar; desde que llegues con mil triunfos, hasta que vuelvas con las manos vacías y el corazón roto. Las experiencias que más te hacen fuerte, son las recaídas; son las que te enseñan a renacer de tus cenizas; una y otra vez, las veces que sean necesarias. Aunque estés en un abismo, aunque no sientas más tu cuerpo, sólo sientas un dolor que te consume; que recorre, cada parte de tu cuerpo y de tu corazón, aunque sientas tanto corage; de esos que te paralizan y sólo buscan una venganza, aunque sientas que ya no quieres dejar entrar a nadie más; porque tu corazón está herido, desilucionado, apenas palpitando, a penas sintiéndolo...Tienes que salir poco a poco, aunque no haya luz alguna; ésta irá apareciendo con tu progreso, hasta que puedas ver una hermosa luz y estés recuperado por completo. Esto no es garantía de que la siguiente experiencia será hermosa, podrá ser otra recaida; pero no tan fuerte como la pasada, pues ahora ya tienes un corazón aún más fortalecido.


                                                Resultado de imagen para frases sobre experiencias