domingo, 7 de mayo de 2017

Hazle caso a tu sexto sentido

Sus brazos en mis hombros, su mirada llena de deseo, su cuerpo estático y yo paralizada del miedo...

Iban a ser las 2 de la tarde, yo preparaba mis cosas para salir del trabajo. Sin esperarlo, llegó aquel mensaje(que probablemente era una señal de alarma):
-Tú(2:03 p.m.): Hola, linda tarde,¿Cómo estás?.¿Podemos vernos a las 5:00 p.m. o te parece mañana a las 11:00 a.m.?, es que me quedé en cabina editando unas cosas.
-Tú(2:16 p.m.): Contesta.
-Yo(2:17 p.m.):Yo creo que si puedo como a las 5 un rato, sorry es que andaba trabajando jee.
-Tú(2:18 p.m.): O mañana a las 11, para estar más tiempo conviviendo :), como gustes. Para que no sea tan rápida la visita.
-Yo(2:19 p.m.):Mañana no puedo.
-Tú(2:20 p.m.):Por
-Yo(2:20 p.m.):Pues es domingo jaja te veo a las 5 va.
-Tú(2:31 p.m.):Pero que tiene que sea domingo.
-Yo(2:46 p.m.):Pues si, domingo de flojera jajaja hoy puedo a esa hora.
No hubo más respuesta, así que hice mis cosas y me empezó a dar sueño.
-Yo(3:58 p.m.):So? Te veo o no te veo hoy je
De nuevo no hubo respuesta, así que decidí dormirme un rato, ya que estaba cansada. Estaba soñando, cuando escuché un apenas perceptible zumbido; abrí los ojos casi a fuerzas y era un mensaje tuyo.
-Tú(4:50 p.m): Sí, a las 5:20 en la entrada, en las escaleritas.
Algo muy dentro de mi me decía: "¡Ya no vayas, mejor déjalo así ya!. Hasta ahorita decidió contestarte y eso no se hace, mejor quédate dormida otro rato". Estaba indecisa, no sabía ya si ir o mejor quedarme a descansar, como no me gusta faltar a mi palabra decidí ir.

Llegué a aquel lugar(que más tarde se volvería de un color gris), ahí estabas afuera y me invitaste a pasar; yo accedí sin sospechar nada, sólo pensé que querías mostrarme tu lugar de trabajo. Me enseñaste la recepción, la sala de juntas y por último tu cabina; yo no había entrado a una, así que admiré cada detalle; el tablero, la programación, cada aparato que ahí había. Tú te sentaste en un sillón y yo me senté en el otro; empezamos a platicar de la vida profesional, de un poco de nuestras vidas laborales, los compañeros, las experiencias y también de aquel lugar donde nos conocimos por un instante. Tú me comentaste que yo huí de ti, a lo que yo te contesté que ya era hora de comer. Te compartí algunas cosas que me pasaron ese día; desde que un señor me había acosado, hasta que un muchacho me había invitado "unas cervezas". Aún recuerdo que dijiste: "Como se atreven a invitarte unas cervezas, así no se trata a una dama y menos a ti. Yo tengo hermanas y de echo vivo entre mujeres, trato de tratarlas lo más respetuosamente y no involucrarme en chismes".
También hablaste de tu imagen, que tenías que cuidar con quien salías; porque ahora como eres locutor, tienes una imagen y hay que cuidarla. A parte de como ya estás en los medios y tu jefe es muy influyente, tu carrera se podría acabar en un dos por tres.

La plática estaba muy interesante,de pronto una llamada intervino; era mi amiga, me preguntaba que si íbamos a ir a una fiesta más tarde, a lo que yo respondí que si y hasta le dije que estaba con "x" locutor; ella te saludó y tú también. Colgamos y te dije que ya tenía que irme, sino no iba a alcanzar a arreglarme. Salimos de tu cabina y te sentaste en el sillón de la recepción; yo sin ser descortés, me senté en la orilla de este. 

Me miraste y me dijiste que no me fuera; yo te dije que tenía que irme ya, te acercaste un poco más a mi y yo me alejé un poco. De un momento a otro, buscaste mis labios; yo me giré instantáneamente, tú sujetaste con fuerza mi cara, acercaste con fuerza tus labios a los míos. Yo susurré "No", tú continuaste(yo no moví mis labios), dije un más fuerte "No"; tú no parabas. En un instante de descuido, me levanté y te dije que ya me iba; me tomaste con fuerza de mis hombros y volviste a juntar tus labios con los míos; ahora más agresivamente y desagradablemente. Yo pensé en ese momento que si seguía sin mover mis labios; tú pararías, pero no lo hiciste. Me helé en ese instante, sólo sentía tus labios queriendo forzar los míos; tus manos lastimando mis hombros, tu cuerpo queriendo consumirme, mi cuerpo rígido, incapaz de responder, mi corazón temblando de miedo, mis ojos a punto de llorar. Por fin te alejaste y pude ver mi labial, regado en tu boca; pude sentir mis labios de nuevo, pero algo deshechos y mis hombros adormecidos. Yo te miré con decepción y tú dijiste: "No podía resistirme a besar a la capitana América. ¿Qué acaso no te gustó?". Yo te respondí(con el corazón aún temblando):"No, yo no quería, yo no soy de esas que besan a la primera vez; si hubiera querido, te hubiera respondido el beso". Tú no dijiste nada, sólo hiciste una mueca indiferente. 
Resultado de imagen para frases sobre decir "no"

Aprovechando el espacio, me acerqué a la puerta y te dije que ya me iba. En eso tú me gritaste con un tono burlón: "Está cerrada". Yo, con la sangre hirviendo, te grité: "Pues no me importa, grito o la voy a tirar". Sin titubear, fuiste por las llaves y cuando ibas abriendo me dijiste: "Espérame en lo que cierro". Yo sin pensar en más; me fui a las escaleras y ahí te esperé tontamente. Tú silueta alcanzó a la mía y yo sólo me limité a caminar, tratando de no estar junto a ti. Cruzando la calle, tomaste toscamente mi mano y la aprisionaste; yo sólo seguí caminando, sin contestar más que "si y no". 

Llegamos a la parada y riendo dijiste: "¿Ya viste? Nadie te miró ahorita", yo te respondí que porque no había nadie ya. Con una mirada tétrica dijiste: "No, sino porque venías conmigo", yo sólo hice una risa forzada. Deseaba con todo mi ser que viniera mi combi, para así ya alejarme de aquella situación. Mis lágrimas calladas fueron escuchadas y ya venía; te atreviste a nuevamente quererme besar, está vez puse más fuerza de mi parte y sólo te limitaste a besarme en la mejilla. Me mencionaste que si al día siguiente nos veríamos, a lo que yo te susurré: "No, no creo". Llegó mi combi y partí de ese lugar, que, aún me duele recordar.

Desde ese día, mis días no fueron iguales; otros más dolorosos que otros, pero por las noches era lo peor, pues soñaba con lo sucedido y volvía esa impotencia a mi, esas ganas de vengarme.

Hace unos días platicando con un amigo, me hizo darme cuenta que, mi reacción fue de sumisión y a parte me quedé en shock; yo durante días me eché la culpa, pensando que era ingenua(un poco si) y que yo tuve la culpa, por acceder a entrar a tu lugar de trabajo, a parte por no defenderme como debía ser; confrontándote y tal vez uno que otro golpe. Pero nadie tiene poder sobre ti, estés donde estés, nadie puede obligarte ni siquiera a un beso. Me hizo ver también que, yo estaba intimidada por ti; ya que eres alto y grueso, tal vez si me hubiera defendido hubiera terminado aún más lastimada, simplemente actué por instinto y por miedo.
Es una lástima que las mujeres, tengamos que vivir algunas situaciones así. Gracias a Dios(que siempre me ha cuidado de alguna manera),no pasó a mayores, eso sí, el daño emocional nadie te lo quita; sólo tú puedes, poco a poco soltando lo sucedido y fortaleciendo tu ser nuevamente.
Nuestro cuerpo nos manda muchas señales, a mi me mandó más de una, pero yo seguí con mi palabra. A veces por más que querrámos ser amables, tenemos que hacerle caso a nuestro sexto sentido y descartar aquellas cosas que, tal vez en un futuro nos lleguen a dañar.No hay que ignorar cada pequeña luz que se muestra ante nosotros.
Resultado de imagen para frases sobre perdonar

Muchos al leer esto pensarán: "¿Por qué no hiciste nada?, ¿Por qué no le echaste a perder su trabajo?,¿Por qué actuaste así?. Yo en tú lugar lo hubiera mandado golpear...". Verán, en un principio pensé en hablar con su superior o con algún colega suyo, pero recordé que la vida sin esperarlo; te devuelve lo que das. Le mandé un mensaje expresándole mi inconformidad de lo sucedido y también mencionándole la persona que soy(soy algo compasiva); que otra persona en mi lugar, hubiera actuado diferente, que cuide su imagen y trate mejor a las mujeres. Yo hice lo que mi corazón me pidió, yo sólo quiero vivir en paz y no dañar a nadie(aunque ellos lo hagan); este mundo fantástico está tan lleno de rencores, que yo no quiero sumar uno más; él está perdonado, no soy quien para juzgarlo, ni mucho menos exhibirlo, ya hay alguien el cielo; que lo ve todo y actuará de la mejor manera. Yo le dejé está situación en sus cálidas manos y me deshice del rencor, del enojo, de la impotencia, de la culpa, del miedo, que llegué a sentir.

Puedes criticar la situación y juzgar a la persona,pero cuándo te encuentras en sus zapatos; ya no es lo mismo, ya no actúas como muy valientemente presumías, ya no tienes toda la fuerza del mundo, ya no los derribas con tu mirada. Sólo eres un ser que por su naturaleza, está temblando de miedo.

Resultado de imagen para frases sobre la violencia


jueves, 4 de mayo de 2017

El padre que creí tener

Él me arropaba por las noches,él me cuidaba cada día, veía por mi,luchaba por mi,o al menos eso yo creía...

Años atrás había una pequeña niña indefensa, con hermosos ojos castaños, tes blanca y alguno que otro raspón. Ella admiraba a sus padres, les tenía un cariño infinito. Creía que su papá era como un super héroe, con capa y escudo, que se dedicaba a ver por sus seres queridos. Cada día lo abrazaba con su pequeño cuerpo, le pedía que jugara a la pelota, a las princesas; a lo que fuera, con el sólo deseo de tenerlo a su lado. Muchas veces ella lo idolatró, pensaba que su papá era lo mejor; el mejor de todos, el más interesante, el más bueno. Creció prefiriéndolo, más que a su mamá y por ende, tuvo más proximidad con él. Conforme pasaba el tiempo, él iba cambiando y con ello, ella; que ya no era más una niña, iba dándose cuenta de la realidad, la cual ella ignoraba por completo.

Los inolvidables cariños; se quedaron en recuerdos,las hermosas palabras; en anhelos, las risas; en sólo un tiempo, las dulces miradas; en un profundo hoyo. Todo fue desapareciendo; como un diente de león alejándose en el viento y fueron suplidos por gritos, palabras agrías, rechazos, miradas penetrantes, alguno que otro golpe, indiferencia, incredulidad, chismes, palabras destructivas y otras cuantas más. 

Ella, ya con unos cuantos años más, se dio cuenta de la peor verdad. No lo podía creer y más de la persona que más admiraba. A partir de ahí, fue perdiendo la confianza y se postró entre ellos la distancia. Otro día, sin pensarlo, su mamá entre llantos; le contó todo lo que ella había hecho por ella y que no apreciaba. Desconcertada, corrió a su cuarto; invadida de preguntas, de incredulidad, de decepción. Pudo ver imágenes de ella con su papá, pero en el fondo, siempre estuvo su mamá; viendo por ella, luchando por darle una buena vida, tratándola como una princesa, contándole cuentos en la noche, ahuyentando sus miedos, tomándola de la mano, cuidando cada detalle. Mientras que su héroe, no hacía las cosas que ella pensaba; sólo se limitaba a hacer presencia, pero no se involucraba, no daba seguridad a su familia; tanto monetariamente, como sentimentalmente. Él no veía a sus pequeños hijos, como algo hermoso; sino como otra familia y nada más. 
Mil lágrimas cayeron por sus ojos, pues, no le había dado el suficiente valor, a la persona que realmente había estado con ella.

Llegaron los veintitantos, con ellos responsabilidades y aún más rechazos e indiferencia. Varias veces ella se miró al espejo y se preguntó: "¿Realmente estarán orgullosos de mi?, ¿Mi papá verá la mujer fuerte en la que me he convertido?, ¿Qué ve en mi?, ¿Aún me querrá?, ¿Aún creerá en mi?. Preguntas al aire, que se quedaron sin respuesta.
Llegó el día más difícil; entre gritos y culpas, él dijo palabras cortantes, sin pensarlo. Cada uno fue herido con un puño de palabras, pero para ella; fue como una lluvia ácida. Corrió fuera de la casa y se resguardó debajo de un gran árbol, se quedó mirando al vacio, recapitulando cada letra.

Ahora que ha pasado por todo esto y más; sólo vienen a su mente preguntas que, de nuevo no tendrán respuesta: "¿Papá por qué cambiaste?, ¿Por qué me tratas así?, ¿Por qué me ignoras?, ¿Por qué desde hace tiempo me excluyes de sus planes?, ¿Por qué me miras tan cruelmente?, ¿Por qué ya no me abrazas?, ¿Por qué no me preguntas cómo me siento?, ¿Acaso no ves que mis ojos no tienen brillo?, ¿Por qué no hablas conmigo?, ¿Por qué me he vuelto un fantasma para ti?". 

Imagen relacionada