miércoles, 16 de noviembre de 2016

No te enamores de la Luna

No, no me mires a los ojos. Voltearé a algún otro lado.
No, no me pidas que me acerque. Estoy bien en mi espacio.
No, no me ruegues volverme a ver. Te veré cuando yo lo decida.
No, no me robes noches en desvelo. Tal vez me dé sueño y decida dormir.
No, no desees arreglar lo que hace tiempo, se fragmentó. Dejaló así, no hay porque arreglarlo.
No, no quieras administrar mi tiempo. Me acostumbré a mi misma y es dificil que entres en mis planes.
No, no me busques sino contesto. Me gusta escapar de todo, aunque sea por un rato.
No, no añores llamar mi atención. Soy distraida y puedo perderme un rato.
No, no contestes mis mensajes tiernamente. Yo no te responderé igual.
No, no investigues mis sueños. Son mios y sólo yo puedo hacerlos realidad.
No, no me preguntes por mi pasado, ya ha quedado enterrado y no hay nada que contar.
No, no consumas tu tiempo, esperando mi respuesta. Soy muy escurridiza y ni yo a veces me encuentro.
No, no te quedes parado frente a mi, buscando en mis ojos mis misterios. No te conviene descifrarlos. 
No, no jures que me buscarás. Sé que te irás.
No, no planees hermosas sorpresas para mi. Ya no me causan emoción, aquellas cosas imprevistas.
No, no me hagas promesas. Sé que las promesas se llegan a romper.
No, no me digas que me quieres. Lo he escuchado antes y no ha sido verdad.
No, no pienses que llegarás a escuchar tiernas palabras de mi boca. Se han quedado atrapadas en mis cuerdas vocales. 
No, no sueñes con formar parte de mi vida. Mi vida está completa ahora.
No, no te emociones porque te he dicho que salgamos. A veces necesito algo de compañía, es todo.
No, no imagines que sonrio por ti. Me gusta reir como a todo mundo.
No, no agendes tu día conmigo. Puedo decidir en un dos por tres, que hoy es día de no salir.
No, no tomes mi mano. La quitaré enseguida sin dudarlo, no me interesa esa sensación.
No, no creas que cuando este mal, te voy a contar qué es lo que sucede. Son mis problemas y con el tiempo he aprendido a solucionarlos sola.
No, no quieras besar mis labios. No tienen un lindo sabor, ni mucho menos una grata sensación.
No, no compres un regalo de navidad para mi. Sólo habrá un gracias, pero nada más.
No, no te enojes porque no te presto atención. A veces soy muy volatil y tiendo a viajar por ratos.
No, no quieras que todo lo que menciones, lo memorize. Tengo una memoria algo divagadora y no prometo nada.
No, no esperes que te espere, si llegas tarde. Cuando se acuerda una hora, es importante llegar a tiempo, sino significa que no te importa esa persona.
No, no me juzgues por mis acciones. El tiempo me ha diseñado así y no hay más.
No, no me llames para escuchar mi voz. Tal vez no conteste.
No, no desees que sienta algo por ti. He llegado a sentir antes, pero ahora no lo sé.
No, no me quieras para ti. A lo mejor corro y me alejo.
No, no inventes excusas tontas. Las he oido antes.
No, no me pidas que deje de correr con el viento. Él ha sido mi amigo durante mucho tiempo y no quiero dejarlo.
No, no me pidas que deje el universo y las estrellas, y me quede contigo. Me siento agusto aquí, en mi espacio pesonal.
No, no me reiteres que la soledad no es buena. He estado con ella y su compañía no es tan mala.
No, no te prometas curar mis cráteres. Por más profundos que sean, son marcas que me han instruido.
No, no prefieras a que este contigo,a que con mis amigos. Ellos llegaron antes que ti y por tanto tienen derecho de antigüedad.
No, no pretendas regañarme enfrente de la gente. No voy a escucharte, sólo me iré.
No, no insinues que mi forma de vestir no es la correcta. Así es mi estilo y yo no te pido que tú, la cambies.
No, no me vigiles. Es mi vida y yo hago lo que quiero.
No, no quieras ponerme celosa. No me gustan los celos y si lo haces, no lograrás nada.
No, no pienses que esperaré algún mensaje tuyo. Prefiero ya no esperar nada de nadie.
No, no planees apagar mi brillo. El brillo que emana de mi, no se puede apagar por nadie.
No, no te enamores de la Luna, porque ella vive día a día y no planea ya. Ella deja que las cosas fluyan y ella con ellas. Y si algo no cuadra, sólo regresa al universo una vez más, al lugar que le corresponde y que le acomoda.

Resultado de imagen para luna y estrellas

Carta a aquél que quise amar con todo mi alma.

Tú llegaste de un momento a otro, sin avizar, sin que fuera previsto o hubiera un chispazo de tu inmediata llegada. Sólo apareciste un día común, enfrente de mi, distraido en la rutina. Sin planearlo mis ojos se enfocaron en tu silueta y en los gestos que hacían tus labios. Mis ojos seguían cada movimiento que hacias y mi mente divagaba pensando cuál sería tu posible nombre. 

Pasaron días, yo disimulaba tu proyección en mi,pretendía no hacer caso a mis latidos. Fría, pasaba a tu lado, sin siquiera echar una mirada a tu entorno. Cuando podía mirarte, lo hacía cuidadosamente; sigilosa, como un pequeño gato que mira con sus grandes ojos, sin ser detectado y atento a cualquier pequeño movimiento.

Aún más días y yo continuaba mirándote sin que te dieras cuenta. Pensé que jamás habría alguna interacción entre los dos, hasta que, sin pensarlo, sucedió. Tus ojos miraron hacia mi y tus labios pronunciaron algunas palabras dudosas, yo iba con mi cabeza poblada de pensamientos, así que mi boca no pronunció palabra alguna. En un instante me di cuenta que era real, finalmente había pasado y te respondí suavemente, pero a la vez sin demostrar alguna emoción.

Días, tardes, noches en compañía tuya, sintiendo ese reconfortante calor en el pecho. Tal vez no hablábamos mucho, no habían tantas sonrisas, ni mucho menos juegos, pero había algo que me hacía querer pasar más tiempo en tu vida.

Tú, reviviste aquellos sentimientos que creía sepultados, ese profundo calor en mi pecho, poco a poco fue dando vida a las conexiones, de mi corazón con el resto del cuerpo; recorriéndo cada pequeño rincón por más escondido que estuviera. Mis ojos dejaron de mirar sin sentido, mi mente empezó a incluirte en ella, mi nariz distinguió tu aroma y lo hizo único, mi boca anheló la sensación de tus labios, mis manos quisieron tener las tuyas a su lado y mi cuerpo, adoró tu silueta mezclada con la mia. 

Mi mente empezó a incluir temas que, negué por mucho tiempo, como la idea de llegar a casarme, de vivir con alguien, de despertar a su lado cada mañana si era posible, de verme junto a alguien en mis dias restantes, de hacer más que querer; querer amar, querer sentir lo que realmente es y no el tipo de "amar" que comercian en la televisión; un amor real, sin necesidad que hayan villanos y buenos, sin que el ego domine y arruine todo, sin celos absurdos por inseguridades personales, sin largas esperas llenas de rencor, sin actores físicamente perfectos, sin un guión que seguir. Llegué a sentir la complacencia de verte a diario, aunque fuera poquito, aunque sólo hubiera un "hola" y un "hasta luego", con saber que estuvieras bien y recibir un suave abrazo tuyo me bastaría. En un principio fue así, te frecuenté lo más que pude, lo que menos quería era que te enfadaras, cada vez que te tenía cerca, había una grata sensación de tranquilidad y calidez. Mis sueños reflejaron tu imagen; exacta, así como tú eres, con tu mismo aroma y  dimensión, cada sueño en el que tú estabas, era suficiente para levantarme con una sonrisa nerviosa. 

Tú, permitiste que mi corazón palpitara fuerte y también lentamente. Tú, me generaste las ganas de salir de mi zona de confort.
Tú, cambiaste mi tiempo incierto.
Tú, apareciste el miedo de no volver a estar junto a ti.
Tú, convertiste tardes solitarias, en tardes de películas.
Tú, tocaste la puerta en donde, estaba escondida mi parte amorosa.
Tú, hiciste que escuchara canciones sobre amor.
Tú, creaste una ilusión de un futuro junto a ti.
Tú, tomaste mis largos suspiros por ti.
Tú, prolongaste mi nivel de tolerancia.
Tú, llenaste de calor, mis frias noches.
Tú, despertaste mi inquietud de verte.
Tú, extendiste tu mano en la mia y le hiciste añorar ese calor de nuevo.
Tú, sumerjiste mis dudas y algunos miedos.
Tú, me hiciste vivir algo que no había experimentado antes.
Y tú, enterraste todo lo que se había creado en mi, gracias a ti, sólo con unas cuantas palabras desesperanzadoras y con algunas cuantas, regadas por ahí. 

¿Sabes? Esto, tal vez no parezca una carta, dado a que las cartas por lo general tienen un emisor y un destinatario. No lo tiene, porque sé que si llegas a leerla sabrás que es para ti y sabrás quien soy yo, aunque ya no seamos tan cercanos. Tal vez no contenga un saludo y una despedida, como dicen "es fácil decir un hola, pero difícil un adiós". Prefiero que sea una carta que rompe los formatos, una diferente, sin un principio y sin un final. Sólo con la plena intención de, escribir con el corazón.