lunes, 3 de octubre de 2016

Realmente no estuve tan sola



Mirada perdida, silencios pausados, dolor en el pecho, sensaciones pasadas, verdades admitidas.

Haciendo las tareas diarias, sin algún pensamiento en mi mente; estaba en paz, concentrándome en cada detalle, cuando de la nada, un destello apareció frente a mis ojos; era de colores luminosos, con una gran energía. Me detuve a mirarla, intrigada de aquel extraño suceso, adentrándome en su calidez, pude ver con claridad el mensaje que cargaba para mi. No era cualquier tipo de mensaje, con el traía una inmensa sensación en mi interior; dolía pero a la vez era alivio, cálida pero al mismo tiempo fría. Mi mente empezó a irradiar imágenes de momentos pasados; los cuales olvidé hace tanto y que creía habían desaparecido de mi anatomía, pero no, ahí estaban, una vez más habitando mi mente. Ahí estaba yo; siempre distraída, mirando y a la vez no mirando, hablando, sentada, moviendo las manos como tiendo a hacerlo, inquieta, moviendo diversas partes de mi cuerpo; también aparecían mis amigos, familiares, conocidos y mis adoradas mascotas. En un instante me vi caminando sola, escuchando música como me gusta, todo parecía familiar y cómodo, pero, inesperadamente fue apareciendo una silueta a mi lado; con cada paso se iba definiendo, hasta que, pude reconocer aquella persona; era él, aquel que ya no forma parte de mi entorno, que se perdió entre los mensajes y las noches; él sonreía, sus ojos reflejaban ternura, caminaba junto a mí, en un instante me tomó de la mano. Su mano trajo consigo aquella verdad, que, por mucho tiempo había negado; la había escondido debajo de todos mis tormentos, al lado de lo silenciado, donde no pudiera escapar, ni ser vista. La verdad de la que hablo, es que nunca estuve sola, como pensaba, como presumía, como me temía; tantas años pensando que estaba sola, viviendo para mi, sin considerar compañía alguna y él estuvo la mayor parte de los años, que, creía había sobrevivido a la soledad.  
Él siempre estuvo ahí indirectamente y también directamente; tomando un poco de mis días, volviendo cada minuto de soledad más soportable, acompañándome en mis desvelos, formando parte de mi existencia, salvándome de mis enredos, fumando mis desaires, nutriendo mi ser con cada palabra, aliviando mis ansias, modificando mi comportamiento, vigilando mis pasos, tomando mi mano en cada caida. Yo me pensaba sola, por la cuestión de no pertenecer a alguien, pero, pertenecía a él y a su fragancia. Él aunque no se quiso quedar esta vez; las veces pasadas se quedó efusivamente, sólo lo hizo y ya, sin avizar de su próxima partida; tomó de nuevo mi confianza, mis sueños, mi mano, mis misterios, mi cariño y con todo, mi corazón. Sin darme cuenta, él se iba convirtiendo en porciones de aire cada día; vitales para mi subsistir, imprescindibles para mi dicha; esperando cada día un poco de esa brisa, que, refrescara mi interior, queriendo tener un poquito más, deseando ser su eclipse y más.   Aún así, un día se marchó, llevándose todo lo que le ofrecí y algunas cuantas cosas más. 
Viajé tantos años atrás, mirándolo en cada momento junto a mi...efectivamente, nunca estuve tan sola como lo pensé e imaginé. Por pausados días estuve un poco sola, pero en su totalidad estuve con él. Creía saber lo que era la soledad en su conjunto, presumía de años sola, juzgaba a otros por no querer experimentarla, juraba que la entendía; pero ahora, que me encuentro cara a cara con la soledad, empiezo a sentir ese miedo que creía saber como se sentía, pero que, es mucho más lacerante y denso.
Resultado de imagen para imagenes de soledad

No hay comentarios.:

Publicar un comentario