jueves, 2 de febrero de 2017

Introspección

¿Alguna vez te has observado al caminar?, ¿Has sentido tus gestos al hablar?, ¿Has sentido las palabras que emanan tus ojos?, ¿Te has preguntado el porqué de tu carácter?, ¿Te has mirado al espejo y notado los cambios que ha sufrido tu cuerpo?, ¿Te has visto en el reflejo de los ojos de tu amigo?.

Desde hace algunos ayeres, no había notado todo esto, no sabía que a lo largo de los años, vas cambiando sin notarlo en su plenitud. Muchas veces he observado a otros seres caminar y actuar, pero no me había enfocado en quien realidad importa, que soy yo.
Resultado de imagen para introspeccion personal

Me "observé" en diferentes ratos y pude deducir que:

  • Cuando camino, no miro a los demás, sólo voy en mi sendero y no me doy cuenta de todo aquello que me rodea. Tantas veces he ignorado a un pequeño niño pidiendo limosna, a una madre y a un padre pidiendo unos centavos y a algunos discapacitados rogando por caridad. Me he vuelto tan insensible, o al menos eso quiero aparentar, no quiero mirar lo injusto que es el mundo.
  • Cuando hablo; puedo sostenerte unos minutos la mirada, pero por otros ya no puedo y prefiero voltear hacia diferentes lados. Dicen que "Los ojos son la ventana al alma", tal vez por eso no quiero que otra pupila irrumpa en mi interior, sé y más que sé, que mis ojos están llenos de dolor; de noches de insomnio, de tardes de lágrimas, de amaneceres cansados, de enojo concentrado, de lágrimas guardadas, de madrugadas desoladoras, de ilusiones calcinadas, de amores falsos, de ayeres prometidos, de metas pausadas, de amistades mezquinas, de cuerpos imperfectos, de anhelos abandonados, de sueños etéreos, de tristezas aisladas, de soledad absoluta.
  • Cuando muevo mis manos, soy muy descriptiva, suelo hacer ademanes con mis dedos,que se incorporan con mis gestos.
  • Cuando recibo afecto; no sé como abrazar, como mostrar mi cariño, como tomar su mano sin lastimarlo, como sorprenderlo con alguna caricia, como darle en un abrazo, todo lo que siento, no sé como besarlo sin ser tan torpe. Sólo me limito a molestarlo, cual si fuera una niña pequeña que quiere llamar su atención. Si llegan a tocar mis manos, de inmediato se retiran o se ponen rígidas; se han acostumbrado al frío y también al rechazo por tener la peculiaridad del sudor, así que prefieren no ser descubiertas y mucho menos menospreciadas. 
  • Cuando me ignoran, tiendo a hacer lo mismo, pero cuando me siento muy ignorada, prefiero marcharme a pesar de los demás.
  • Cuando escucho a mis amigos; les presto total atención, aunque a veces mis ojos divaguen un poco. Trato de darles el mejor consejo, a veces me pongo en su lugar y me tomo las cosas muy personales, como si fueran parte de mi, aunque no debería. Sí me contradicen o rechazan mi opinión, surge un enojo y llego a no escucharlos más, sólo lo omito. Realmente me duele, que no me tomen en cuenta y me comporto como una niña mimada que, no le cumplieron su capricho.
  • Cuando me enamoro y me rechazan; en un principio finjo que todo es acogedor y no muestro señales de dolor, pero cuando todo acumula; mis ojos no pueden dejar de llorar, mi corazón se vuelve cada vez, más indiferente y gélido. Mi cuerpo se tensa y no quiere que reaparezcan esos cariños en su piel. Mi mente se torna más incrédula, con cada rechazo.
  • Cuando me juzgan; el ego sale a flote y lucha contra esas palabras, pero cuando es un amigo o mi familia, me hiere hasta el fondo de mi ser; me cuesta aceptarlo, siento que no hago más que decepcionar, me instalo una máscara impetuosa, cuando debajo de ella, se encuentran dos ojos caídos y una mirada quebrada.
  • Cuando me rodea el miedo; mis manos sudan, mis ojos buscan una salida, mi boca se tensa, mis piernas se inquietan, mi respiración se corta, mis latidos incrementan, mis dedos juegan entre sí, mi mente se llena de bloques grises.
  • Cuando el enojo quiere tomarme; lo canalizo en un principio, pues he luchado contra él, durante estos años. Desde niña era demasiado enojona, caprichosa, y lo fui durante algunos años más, pero al descubrir los efectos de este, decidí mermarlo. Lo controlo lo más que puedo, pero cuando logra tomarme; mi cara se pone rígida, mis ojos se vuelven codiciosos, mi boca no permite una sonrisa verdadera, sólo una fingida y cruel, mis gestos disminuyen y mis palabras se convierten en pequeñas espinas.
  • Cuando me pongo triste; me siento en el banquillo de las víctimas, todo me lo tomo a pecho, mis ojos no se abren en su totalidad, mi sonrisa se invierte, mi cuerpo sólo quiere tumbarse, mi visión cambia; lo que antes me alegraba, se vuelve gris, no quiero tomar retos, mis venas ruegan por alcohol, mis labios se resecan por la insabora agua. En algunas ocasiones, dejo de comer y en otras, como aún más.
  • Cuando me siento perdida; mis pensamientos se vuelven hilos de un color, a penas perceptible; unos se unen con otros, otros se confunden, los demás se enredan entre ellos, hay un principio, pero no un final visible. Entran vagos recuerdos, que no tienen un fondo sólido, sólo me limito a observarlos, dudosa si fueron verídicos. Escribo más de lo normal, mi mente parece enfocarse más y concretar mis ideas. Me desaparezco del mundo por días, a veces por horas, no contesto mensajes y prefiero estar en mi espacio personal. He llegado a caminar sin sentido; sólo siguiendo las ansias de mis piernas y las direcciones que creo ver. Veo hacia el infinito, pierdo el sonido de mi entorno; sólo escucho un rotundo silencio y algunas veces un pequeño zumbido, las formas, los colores parecen derrumbarse y yo floto en un sitio vacio. En las ocasiones en que escucho música y miro mi entorno; cada uno de los seres, reflejan cierta luz, las personas se ven distintas a su apariencia, los árboles parecen susurrarme sabias palabras; el aire que mueve sus hojas, ya no sólo las mueve, sino que las hace bailar y ellas se dejan guiar, cuando llega su presencia a mi; suelta un suave y dulce olor que expande mis poros. Los elementos que antes eran ignorados, se tornan de un color llamativo y conquistan mis ojos de una manera muy sutil. Me vuelvo parte de mi entorno y todo cambia su esencia.
Son algunas cosas que he llegado a observar en mi, no ha sido fácil, pues da miedo, darte cuenta de tus movimientos. Pero poco a poco iré percibiendo más cosas en mi, las cuales seguiré describiendo en mis fragmentos.
Resultado de imagen para mirar tu interior

No hay comentarios.:

Publicar un comentario